Los vecinos han denunciado la situación ruinosa en la que se encuentra el edificio en multitud de ocasiones, pero hasta ahora no se había hecho nada. El inmueble, situado en el número 36 de la calle Alfonso XIII, en pleno centro de la ciudad, ha sido precintado hoy por técnicos municipales a la espera de conseguir el permiso de demolición.
Ante el peligro de derrumbe, Urbanismo ha acelerado los trámites para poder poner solución al problema antes de que nadie salga herido y mañana mismo, según ha asegurado José Mariño a esta redacción se iniciarán los trabajos de demolición.
El edificio, deshabitado hace casi 20 años, afecta de forma directa a los inmuebles contiguos, ya que la humedad ha provocado destrozos en puertas y marcos al filtrar el agua. Después de muchos contenciosos y de que la empresa propietaria, Vialmar, se comprometiera a su derribo en varias ocasiones, hoy la mala situación en la que se encuentra ha obligado a cortar momentaneamente el tráfico y provocado importantes retenciones. Los técnicos municipales elaborarán el informe en breve.
