Los rebeldes están acorralando a Gadafi en su ciudad fuerte, Trípoli. Después de hacerse con las ciudades más grandes al este y oeste del país y con las principales ciudades petrolíferas, ahora se han hecho con el control de Zauiya, a 50 kilómetros de la capital libia, donde la batalla ha dejado al menos media docena de muertos mientras se espera la llegada de las tropas de Muamar Gadafi, aún cerca según la cadena televisiva Al Yazira.
A los rebeldes ya sólo les queda conquistar las localidades clave de Sirte y Trípoli, donde Gadafi sólo controla una pequeña parte. En total, los hombres del dictador ya sólo controlan apenas el 15% del país. Mientras, cerca de 100.000 personas ya han emprendido la huida tras la oleada de violencia en Libia en la última semana, la mayoría hacia Túnez y Egipto.
La primavera árabe se extiende
Las revueltas continúan en Túnez, donde el primer ministro del gobierno de transición ha dimitido apenas un mes después de asumir el poder tras las protestas de la población y una manifestación en la que han muerto tres personas. Mientras, en Omán dos personas han muerto en los enfrentamientos entre policía y manifestantes, todos armados con palos, piedras y balas de caucho. No ha llegado el cambio de seis ministros y el aumento del salario del 43% a los funcionarios en esta excolonia británica en la que los partidos políticos están prohibidos.
Por otra parte, las autoridades han impedido por segunda vez un intento de protesta en China, en donde los rebeldes animaban a pasear pacíficamente por el centro de varias ciudades del país sin gritar ningún tipo de consigna ni llevar pancartas. Para evitar el contagio de la situación árabe, el gobierno ha intensificado el estricto control a webs, blogs y redes sociales, censurando toda referencia a las protestas.