La llamada de Obama al rey de Bahrein pidiéndole moderación en su actuación contra los opositores a su régimen ha tenido efecto. El príncipe heredero y vicecomandante supremo de las Fuerzas Armadas, Salman bin Hamad al Jalifa, ha ordenado la retirada “con efecto inmediato” de las fuerzas militares que permanecían desplegadas en las calles de Manama.
La Policía bahreiní ha lanzado gases lacrimógenos y golpeado a los manifestantes que habían comenzado a regresar a la plaza de la Perla de la capital, momentos después de que el Ejército completase su retirada de la zona. Se cumple, así una de las exigencias de los opositores que, para iniciar un diálogo pedía la dimisión del Gobierno y la retirada inmediata del Ejército. Esta última se ha completado, pero los choques entre los contrarios al régimen y los concentrados en la mencionada plaza ha causado 10 muertos desde el lunes y, al menos 236 heridos, 8 de ellos están en estado crítico, según diferentes fuentes.