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Más vigueses adictos a la cocaína y el cannabis

María Méndez/Tresyuno ComunicaciónEso señalan los datos de la memoria de drogodependencias presentada hoy por la concelleira de Benestar Social y el director de Cedro. Según señaló María Méndez, 2010 fue un año que ha marcado un cambio, que calificó de negativo, en el tratamiento y prevención de estas dependencias después de que la Xunta,”de manera unilateral”, decidiese aprobar el día 30 de diciembre “sin dejar aportar nada a los grupos parlamentarios gallegos” un nuevo plan de drogodependencias que, señaló, “rompe con una trayectoria consensuada entre los partidos políticos, concellos y asociaciones” y prescinde del director técnico del mismo “que acumulaba una experiencia de más de 20 años”, para sustituirlo por un responsable sin experiencia alguna.

A ello, se suma, según Méndez, un descenso de las aportaciones financieras a las entidades locales que, como Vigo, tienen un plan propio de prevención de las dependencias, de tal manera que de los 112.200 € destinados a la ciudad por la Xunta en 2009-2010 se ha pasado a algo más de 100.000 para 2011. Pese a llo, recalco la concelleira, las carencias se han suplido con dinero procedente de las arcas municipales que han permitido que este año haya aumentado el número de acciones de las casi 8.000 personas en 2010 a más de 12.000 este año.

Con respecto a las patologías tratadas, el director de Cedro señaló que hay un descenso de las demandas de tratamientos, de más de 300 en 2009 a 293 en 2010, bajada que también se ha registrado en el Programa de Metadona, número de usuarios y número de casos totales, que pasaron de 1.323 hace dos años a 1.253 a finales del pasado.

“Ello no significa que se haya reducido la actividad del centro, todo lo contrario”, subrayó el director, quien indicó que las intervenciones se incrementaron casi en un 5%. Sí que se nota, subrayó un descenso del tratamiento por opiáceos (heroína) y un aumento por adicción al cannabis, cocaína y alcohol, con un cambio en el perfil de las personas atendidas, que ha pasado de dependientes desde hace más de 10 años, con un deterioro físico y social marcado, a personas más jóvenes, normalizadas socialmente y en mejores condiciones físicas.

 

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