¿Cómo va el Pacto del Obradoiro? Eso es lo que se preguntarán este lunes el presidente de la Xunta y el ministro de Fomento, que han quedado en Madrid para hablar sobre el tema. El mismo se firmó en Santiago en 2009 con el fin de cerrar la llegada del AVE a Galicia y sacar este tema de la lucha partidista, algo que, evidentemente, no se ha conseguido.
La cosa no empezó mal y hasta Feijóo reconocía, durante los primeros meses, que Blanco estaba cumpliendo, pero todo se torció este año: una y otra parte ignoraron lo que había acordado y empezaron a acusarse de no respetar la palabra dada. El último paso lo ha dado, con el permiso del presidente, el conselleiro Hernández que hace unos días aseguró en el Parlamento de Galicia que de los 3.362 millones de euros previstos para 2010, Blanco ha licitado poco más de 100 millones.
Fomento no sólo lo negó, sino que dejó al responsable de Infraestructuras de mentiroso asegurando que tenía toda la información sobre las obras del AVE y que en ella se especificaba cada partida y desveló que el ministro había pedido una entrevista urgente con Feijóo pero que éste tenía “problemas de agenda”, algo matizado por responsables socialistas quienes indicaron que dichos “problemas de agenda” eran compromisos electorales con el PP en varios lugares de España, “que parecían más importantes para Feijóo que ocuparse de la alta velocidad a Galicia”.
