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El Concello empezó a preocuparse hace menos de un mes por dar un techo a quienes están tirados en la calle

En la calle/Tresyuno ComunicaciónA.ALBALADEJO/  Este es el tiempo que la concellería de Benestar Social lleva trabajando en la adecuación de un  centro de acogida provisional para que quienes duermen en la calle en Vigo tengan un lugar donde pasar la noche. María Méndez, aseguró, eso sí a los medios de comunicación, que su departamento se había puesto con este tema el día 15 del mes pasado, pese a que el 7 de agosto la asociación ‘Albergue xa’ pedía que se adecuase cuanto antes un lugar para las 300 personas que estaban a la intemperie y a que las previsiones meteorológicas a lo largo de noviembre han previsto varios episodios climatológicos adversos, con alerta naranja, la llegada de una ola de frío polar la semana del 22, que hizo descender las temperaturas hasta los 3º varias noches, y fuertes lluvias todo este puente.Durante estos meses, Concello y la Xunta han dejado tiradas a estas personas y se han dedicado a culparse mutuamente de ello y, mientras todos, concejales y altos cargos autonómicos se acurrucaban cada noche en su cama caliente, había gente entre cartones en el centro de la ciudad, metida en cajeros, entradas de comercios, casas deshabitadas del Casco Vello e incluso debajo del puente de Bouzas.

Pero algo se ha conseguido y en menos de 24 horas, Vigo ha pasado de no tener ningún lugar habilitado para acoger a los sin techo a disponer de dos. El primero se abrirá en el Pabellón de O Berbés, hoy. Está gestionado por la concellería de Benestar, dispondrá de espacio para unas 30 personas que, de 10 de la noche a 8 de la mañana, que tendrán a su disposición duchas, calefacción, colchones y mantas y estarán atendidas por una cuidadora social. Para la apertura del segundo no hay fecha. El alcalde, tras atender el viernes a representantes del IMAN, que llevan semanas solicitando por Registro la construcción de un albergue en la ciudad, anunció la apertura “inmediata” de la antigua Escuela de Hotelería, una apertura que ya se sabe que ni será tan inmediata, ni ofrecerá a las 32 personas que dormirán allí un lugar para asearse mientras conviven con las obras de adecuación del tercer piso del inmueble, donde se les acomodará.

Por su parte, la Xunta aporta como solución la misma que el año pasado, el conocido Albergue del Padre Carlos, que sólo acepta 19 noches al mes a cada persona, que está cerrado los fines de semana, así como del 20 de diciembre al 20 de enero, no admite mujeres, le cuesta al gobierno autonómico 200.000 €, cantidad similar a la invertida en acondicionar para este mismo menester ‘La Gota de Leche’, y en el que pueden pasar la noche quienes indique el propio religioso.

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