En tan sólo un mes Afganistán comenzará a tener el control de la seguridad y, con ello, los 131.000 soldados extranjeros que permanecen en la zona irán volviendo progresivamente a casa. Es uno de los acuerdo a los que se ha llegado en la cumbre de la Otan que se está celebrando estos días en Lisboa y en la que se prevé que para 2014 el país afgano controle totalmente su seguridad sin presencia externa más que para apoyo y formación.
Además, esta entidad pretende celebrar en Rusia una nueva cumbre en la que se invitará a Afganistán a cooperar en la puesta en marcha de un sistema antimisiles. De este modo, los 28 países reunidos en la capital lusa con los 20 mandatarios que tienen tropas desplegadas en el país de Oriente Próximo han trazado el esquema de la salida gradual del país con un sistema de medición de las condiciones de seguridad distrito a distrito.
