El cine de Berlanga se caracteriza por su mordaz ironía y sus ácidas sátiras sobre diferentes situaciones sociales y políticas. En la etapa de la dictadura de Franco era legendaria su habilidad para burlar la censura consiguiendo, incluso, rodar ’Los jueves, milagro’, en la que sus personajes empezaron a pronunciar la palabra ’fetiche’ del director que se repetiría en todas sis cintas: austrohúngaro.
En 1986 fue distinguido ccon el Premio Príncipe de Asturias de las Artes y en 1993 se llevó el Goya al mejor director por ‘Todos a la cárcel’. Muchos años antes, incluso de que lo fuese Buñuel, su cinta ‘Plácido’ optaría al Oscar a la película de habla no inglesa (1961).