ANTONIO ALBALADEJO/ La situación en El Aaíún “es muy grave”. Así lo ha asegurado a este periodista una persona que permanece allí. Las comunicaciones por teléfono son cortas y obtener noticias es muy difícil porque nadie quiere hablar por temor a que las llamadas sean interceptadas por los servicios de seguridad marroquíes. La ciudad “está tomada” por las fuerzas de Rabat que han establecido un doble cordón: interno, en el que se despliegan agentes en moto que siguen buscando a los organizadores del campamento de protesta y que están llevando a cabo detenciones y registros masivos en casas de saharauis, y uno externo que impide la salida de los refugiados hacia otros países, en especial, Mauritania.
Colonos marroquíes, alentados por las fuerzas de su país, siguen quemando vehículos todoterreno, los únicos con los que se podría salir campo a través de la ciudad, mientras sigue siendo imposible salir a aprovisionarse de víveres o medicamentos. Los refugiados saharauis tampoco tienen acceso a tratamiento hospitalario, no pueden visitarse unos a otros y se han intensificado los saqueos de casas y comercios.
La actividad policial, se redobló en la tarde de ayer para dar con tres españoles, por los que las fuerzas marroquíes están preguntando y que les ha llevado a colocar varios controles en lugares clave de la ciudad. Se trata de Javier Sopeña Arias, Silvia García Díaz e Isabel Terraza Rebollo, a quienes, pese al comunicado del Ministerio del Interior de Marruecos diciendo que no están siendo buscados, “pues no han cometido delito alguno” se está tratando de localizar en El Aaiún. El propio ministerio ha difundido una nota en la que les pide que se entreguen a las autoridades para ser expulsados del país.
Sin embargo, la amenaza más grave, y que podría cambiar completamente la situación, es el llamamiento que han hecho desde Rabuin los jóvenes saharauis que están pidiendo una vuelta a las armas. “Nos están matando sin que nadie haga nada para evitarlo”, han asegurado, y se han mostrado contrarios a la postura que defiende el Frente Polisario de seguir negociando con Rabat, “estas negociaciones son una táctica de Marruecos para prolongar esta situación y evitar que se cumpla el mandato de Naciones Unidas para convocar un referéndum”, aseguraban ayer.
Respecto a dichas negociaciones han demandado que los Cascos Azules de la ONU, que están desplegados en el territorio ocupado por Marruecos, la parte liberada por el Polisario y en Tinduf, garanticen la seguridad de los civiles “y dejen de estar sin hacer nada mientras se produce esta matanza”. Además, los refugiados saharauis han vuelto a mostrar su indignación con la postura del gobierno español que tachan de “cobarde” y “cómplice de Marruecos” por no condenar la “masacre” que se está cometiendo con el pueblo saharaui, “la ministra española y el presidente han dejado claro que sólo les importan sus intereses y no evitar que se sigan matando civiles inocentes”, han asegurado.