Indemnizaciones ejemplares pero que no salgan del dinero del contribuyente, sino de las arcas de la empresa de aluminio. Tras la detención del director general de MAL, la empresa que causó un vertido de más de un millón de metros cúbicos de residuos tóxicos que ha paralizado tres regiones de Hungría, ha servido para que el Gobierno haya dado un paso más y tomara la decisión de poner la empresa bajo el control directo del Estado. Y se hará desde la Comisaría de Defensa para Catástrofes, que se creará para supervisar, dirigir y manejar los bienes de la entidad.
Los responsables de la mayor catástrofe del país, que ha causado 7 muertos y más de 130 heridos, serán castigados mediante un proceso severo y justo. Mientras, en breve se volverá a retomar la actividad en la empresa, ya que el país no puede permitirse perder los 3.000 puestos de trabajo de la plantilla, que producen diferentes productos de aluminio y bauxita.
