JOSÉ MANUEL PENA/ La polémica está servida: el auge de las mafias que trafican con mujeres abre un intenso debate sobre la legitimidad de publicar anuncios de contactos. Algunos diarios ya no admiten anuncios de prostitución, desde hace años, después de que se emitiese un dictamen por parte del Congreso de los Diputados apostando por luchar contra las mafias y suprimir los anuncios de contactos evitando así, dentro de lo posible, este tipo de esclavitud invisible.
La prostitución es el sector que más dinero invierte en publicidad en muchos diarios de pago. No hay ningún otro anunciante que les ponga tres o cuatro páginas de publicidad al día, todos los días del año, hasta tal punto en que algunos medios ingresan más de cinco millones de euros año. Varios responsables de medios de comunicación se atreven a señalar que “unos trafican, otros ponen el burdel y nosotros hacemos el marketing”.
Según datos oficiales en España, cada día, unos 900.000 hombres utilizan a mujeres traficadas y prostituidas. Cada año, al menos 300.000 mujeres son explotadas sexualmente y el consumo sexual de mujeres genera a los proxenetas más de 18.000 millones de euros anuales. Esta es la cruda realidad, por eso el gobierno del estado quiere poner freno a esta situación prohibiendo de raíz los anuncios de contactos, por ser estos medios, de manera inconsciente, unos defensores de su principal cliente: las redes de explotación. Algunos responsables políticos ya están considerando la posibilidad de sancionar a quienes se benefician de esas ilegalidades de forma consciente, como sucede en otros países europeos.
