Una docena de personas que trabajaban en la construcción de una nave en el polígono industrial de Molle, en Nigrán, han paralizado las obras para pedir que les paguen los salarios que tienen pendientes después de que el encargado de la subcontrata, Rentabilitum, les comunicara por teléfono la rescisión del contrato. La empresa, que trabaja para Aldesa, no ha comunicado a los despedidos ni cómo ni cuándo iban a cobrar los sueldos de agosto y septiembre, las horas extra y las liquidaciones.
Los operarios, que llevaban trabajando entre dos y cuatro meses, no han cobrado ni una sola hora extra desde el inicio del contrato. La CIG denuncia que se trata de un nuevo caso de precariedad laboral derivado de la subcontratación de un servicio. La razón, que las cantidades que les paga la empresa principal non les llega para cubrir los gastos.
Los trabajadores llevan cuatro días bloqueando la entrada a las obras y, tras la movilización, Aldesa se ha comprometido a pagarles los salarios atrasados.
