La Guardia Civil les tendió una trampa y cayeron con todo el equipo. Un promotor como gancho, unas grabaciones en las que se piden 180.00 euros a cambio de favores urbanísticos y una cita en un bar para hacer la entrega que terminó con el arresto de los concejales de Cultura y Urbanismo de Gondomar. Sucedió en 2007. Hoy ha salido la sentencia que los ha condenado a pagar una multa total de 675.000 euros por tres delitos de cohecho, aunque cada uno en una proporción diferente.
El arquitecto involucrado en la trama, el vigués Francisco Borja Ramilio, ha sido el mejor parado, con una multa de 67.500 euros y una inhabilitación de 15 meses para ejercer en cualquier puesto relacionado con las administraciones públicas. Mientras, el ex concejal de Cultura, José Luis Mosquera, tendrá que pagar una multa de 135.000 euros y mantenerse apartado de un cargo público durante 15 meses.
La pena mayor ha recaído en el ex edil de Urbanismo, Alejandro Gómez Garrido, que además de no poder ejercer en la Administración durante 3 años tendrá que enfrentarse a una multa de 540.000 euros. Su abogado ya ha asegurado que recurrirá la sentencia ya que, a pesar de ser el único que ha defendido su inocencia, es el más castigado.
