Abrumado por los elogios de sus compañeros, Pepe Viyuela es el protagonista indiscutible de la clausura del Festiclown 2010, con una esperadísima actuación en el auditorio del Centro Cultural Caixanova del que se considera únicamente «un payaso», un estatus que reivindica con orgullo.
«Ser un payaso te sitúa frente al mundo de una determinada manera porque es una figura que representa al excluido, al ser generoso que se ofrece íntegramente para que los demás disfruten con su tragedia. Nos desnuda a todos como seres humanos frágiles y nos presenta ante los demás desprovistos de caparazones», reconoció el actor logroñés, ajeno a aquellas palabras de Antonio Gamero, quien decía que no había que contarle las penas a los amigos, «que los divierta su puta madre».
Persona comprometida, Viyuela fue durante mucho tiempo presidente de Payasos sin Fronteras, con los que visitó Gaza, un lugar «impensabe e intolerable, una cárcel al aire libre donde se confinan más de un millón de personas con el fuego enemigo siempre apuntando». Fue de allí de donde expulsaron a Iván Prado, organizador del Festiclown, por querer montar un festival de payasos.
Vigo es sinónimo de Festiclown
El calor de estos días no se debe a las altas temperaturas, sino «al calor humano» que ha desprendido la ciudad estos días y que ha convertido a Vigo en la ONU de los clowns, un apoyo al Festiclown que sus organizadores ven con orgullo. «La membrana que une todos los corazones ha latido con fuerza esta semana en la ciudad», aseguran.
