O nos jubilamos más tarde o el sistema de pensiones no aguantará. No lo dice cuenta de la vieja, que también, sino la Comisión Europea que ha indicado que lo más conveniente es retrasar la edad de retiro hasta los 70 años. Este consejo no lo verán ninguno de los responsables actuales de la UE, tampoco los presidentes de los gobiernos de los 27 ni el 76% de la población de Europa, pues la fecha fijada para llegar a ese tope de edad es el año 2060.
Esto tendrá que ser así por varios motivos, pero el principal es el de la esperanza media de vida de los europeos que ha pasado de los 71 años en 1950 a los 76 de hoy en día, una cifra que será de 83 dentro de otros 50 años; al mismo tiempo la tasa de natalidad se ha reducido casi en un 40%, conclusión: hay más ancianos y menos jóvenes. En la actualidad en los países de la UE hay 4 trabajadores por cada pensionista y en 2060 serán sólo dos por cada jubilado, una proporción que no permitirá mantener los actuales sistemas públicos de pensiones.
Algunos países ya han tomado medidas: Alemania, Holanda y Dinamarca la han situado ya la edad de jubilación en 67 años, una propuesta que ya se ha planteado el gobierno español, y el Reino Unido ha establecido el retiro en los 68.
