No es algo por lo que haya que esperar, sino una realidad que han hecho posible la Federación Nacional de Ciegos de Estados Unidos (NFB) y la Universidad del Estado de Virginia que han desarrollado un vehículo equipado con un interfaz no visual que permite que un ciego pueda ponerse al volante sin riesgo. El coche se presentará en la carrera Rolex 24 en Daytona en 2011, una de las pruebas automovilísticas más seguidas del mmundo.
Las primeras pruebas se han hecho un ‘buggy’ y han demostrado la validez de este sistema que, según sus inventores, tenía como reto, no el desarrollo de un vehículo autónomo que pueda ser conducido por un invidente, sino la “creación de interfaces que permitieran a esta persona de tomar las decisiones de conducción“.