Un total de 6.000 personas, entre pasajeros y tripulantes abarrotarán el Puerto de Vigo este sábado cuando recalen en Vigo el ‘Queen Victoria’, con 2.000 cruceristas, el ‘Grand Voyager’, con el que la ciudad se estrena como puerto base y que vendrá otras 24 veces hasta septiembre, y el ‘Arthemis’, con otros 1.200 pasajeros abordo. Los datos has sido facilitados esta mañana por la presidenta de la Autoridad Portuaria quien ha confirmado que, por primera vez, los tres atracarán “en el centro de la ciudad”, una vez acondicionado el Muelle Comercial. Para celebrar esta ocasión se ofrecerá a los visitantes una recepción con ”música, actuaciones, zancudos, como parte de un gran programa de animación”.
Entre estos visitantes no se cuentan otros 2.000 turistas noruegos que dormirán hoy en la ciudad antes de iniciar un crucero en el ‘Vision of the seas’ que los está esperando después de un largo viaje por carretera ante la imposibilidad de enlazar por avión a causa del volcán islandés.
Corina Porro ha destacado que entre el martes pasado y el próximo domingo atracarán seis transatlánticos que “entre pasajeros y tripulación” traerán a la ciudad a más de 15.000 personas, lo que constituye un hecho inédito hasta ahora en el Puerto de Vigo y anticipa lo que será esta temporada de cruceros que, como apuntó la presidenta, “tendrá un impacto directo de más de 10 millones de euros en la economía viguesa”.
Porro recordó que la Autoridad Portuaria ha hecho un “esfuerzo serio y decidido” para cumplir las dos exigencias de las grandes navieras para considerar al de Vigo como un puerto de destino preferente y aumentar el número de escalas: no desviar los transatlánticos a zonas de contenedores, “nunca más habrá cruceros en Bouzas, y para ello los Duques de Alba estarán terminados el día 23”, y dotar a los muelles a los que recalen con las infraestructuras adecuadas para recibir a los visitantes.
Las naves de la Fruta se destinarán a actividades portuarias
La presidenta aclaró, asimismo, que las obras que se están realizando en las naves del Muelle de Comercio son “exclusivamente para adecuarlas a la realización de actividades portuarias“ y que, “en un futuro, con un nuevo Plan de Usos“, se podrán acometer otras. En concreto las mejoras “que sí permite el actual Plan Espacial del Puerto”, son la adecuación de un lugar de atención para cruceristas, la dotación de un espacio adecuado para los 80 miembros de la Guardia Civil destinados en el Puerto de Vigo y la creación de las infraestructuras necesarias para el servicio marítimo de Ría, los barcos a Cíes, que zarparán desde este muelle desde el verano. Ninguna de ellas tiene que ver con las que señaló ayer el delegado de Urbanismo, José Mariño, quien indicó que el Concello intervendría en dicho proyecto porque los técnicos habían constatado que en el mismo estaba prevista la apertura de bares y restaurantes, algo que no se contempla ni en parte alguna del mismo ni en los planos de obra.
Generar riqueza
Porro, que indicó que no entraría en polémica alguna ya que “mi función es conseguir que el Puerto genere riqueza necesaria para intentar superar una situación que en los últimos dos años ha provocado el aumento de 10.000 parados en la ciudad, el cierre de 2.000 comercios o que haya 14.000 vigueses menos afiliados a la Seguridad Social”, señaló que dispone del preceptivo Plan de Empresa, “consensuado con Puertos del Estado y ratificado por el consejo de administración de la Autoridad Portuaria”; la aprobación de la dotación presupuestaria para acometer estas mejoras en los Presupuestos Generales del Estado “concretamente en partidas dependientes del Ministerio de Fomento”; informe favorable de la Abogacía del Estado, del director del Puerto, dictamen de uno de los redactores de la Ley de Puertos, el abogado Jiménez de Cisneros, en el que se asegura que las obras portuarias no necesitan la evaluación de los ayuntamientos y sendas sentencias, del Tribunal Supremo y del Tribunal Constitucional, que sientan jurisprudencia, y que indican que las obras portuarias están exentas del control municipal no necesitando permiso de obra del ayuntamiento para acometerse.
