Una secretaria de Alfageme, una persona de confianza de la familia Lago, fue capaz de decir a los trabajadores de la conservera que llevan dos meses sin cobrar que los pagarés que llevaba en la mano los iba a desviar a Promalar, la otra empresa que tiene la familia. Este desafortunado comentario acabó ayer con forcejeo e insultos entre la plantilla y la secretaria y hoy con cruce de denuncias.
La secretaria aseguró que en medio de la disputa le desaparecieron los pagarés sin firmar que llevaba en el bolso, por lo que puso una denuncia por robo con violencia; mientras, varias trabajadoras ponían otra por agresión, con parte de lesiones incluido. Y otros 6 empleados acudieron a la Policía Nacional después de que los vigilantes de seguridad de la empresa sólo les permitieran recoger sus coches y efectos personales, pero no presentarse a su puesto de trabajo en horario de tarde.
Los pagarés aparecieron
Una nota encima de una mesa explicaba al comité de empresa dónde estaban los más de 60 pagarés, aunque devolverlos está siendo toda una odisea. Del juzgado de guardia los desviaron al Mercantil, donde los rechazaron porque no se ha aceptado el concurso de acreedores a la empresa por errores procesales. Y, como en el Civil tampoco se los admitieron, al final los depositaron ante notario.
En un principio los trabajadores le pidieron a la secretaria que les dejara los pagarés, que no se pueden cobrar al no estar firmados, para presionar a los propietarios y que les paguen lo que les deben, ya que ven que está entrando dinero en la empresa y que se le está dando una salida que desconocen.
Mañana volverán a concentrarse ante la sede de la Xunta y Promalar para protestar por la situación en la que se encuentran.
