El fin de la Federación Veciñal de Vigo, tal y como la conocíamos hasta ahora, está cerca. No es que vaya a producirse una nueva escisión, similar a la que dividió en dos a la FAVEC hace una década, pero las asociaciones de vecinos están dispuestas a tomar el poder. Eso quedó claro ayer cuando representantes de 19 de ellas exigieron la dimisión de la junta directiva, con su presidenta, Elena González , a la cabeza.
Y no es un farol. Tanto es así que hasta dieron un plazo para ello: una semana. El tema no es baladí ya que juntas superan la mayoría absoluta de las que integran el movimiento veciñal vigués, integrado por 35 asociaciones, y están decididas a pedir el amparo de la Consellería de Xustiza, que tiene competencia sobre las asociaciones de Galicia, para hacer valer su derecho.
“Esta comisión permanente no tiene legitimidad y ,por tanto no se la reconocemos”, aseguró Xabier González, portavoz de los críticos a la presidenta. González recordó que la directiva fue derrotada hasta en 4 ocasiones en la asamblea del pasado día 11 y “en varios asuntos de calado, como la aprobación de los presupuestos o el informe de gestión y por ello, su intención de seguir es contraria a la ley”.
Los críticos recordaron que para pedir una asamblea es necesario sólo que lo hagan el 4 asociaciones “y aquí estamos 19”, por lo cual exigieron que la misma se celebre de inmediato. La intención de la junta saliente es esperar para hacer la convocatoria a que se aprueben los presupuestos municipales y a dejar resuelta la entrega de los pisos que quedan en Barreiro, pero la oposición no está dispuesta a esperar. A los argumentos de la falta de legitimidad del equipo de Elena González, suman la gestión económica que, en su opinión ha llevado a “un colapso” a la Federación “y eso no se explica con la falta de los 54.000 € del convenio del Concello”, aseguró Xabier González.