El año pasado 6.497 personas recibieron la renta de integración social de Galicia, la Risga, el último paso para aportar recursos económicos a hogares con carencias y en riesgo de exclusión. Y lo peor aún no ha llegado: al 10 por ciento de aumento de 2009 se espera sumar otro 10 por ciento este año cuando empiecen a acabarse las ayudas de 420 euros que da el Gobierno central.
Sin embargo no se concede siempre: el año pasado la solicitaron casi un 25 por ciento de personas más (3.536 nuevas peticiones), la mayoría de ellas en A Coruña (41%), seguida de Pontevedra (37,5%). Una ayuda con una cuantía media de 378 euros durante cuatro años que se reparte en el 86 por ciento de los ayuntamientos gallegos.
El perfil sigue siendo el mismo: el 63,9 por ciento son mujeres de entre 35 y 44 años con cargas familiares tras una separación o un divorcio, que viven en zonas periurbanas, carecen de vivienda propia y cuentan con una escasa formación académica. Aunque en las zonas rurales de Lugo y Ourense el perfil del demandante es más masculino y se le suman problemas de alcoholismo. Vigo es la zona en la que las mujeres notan más las oscilaciones macroeconómicas.
Por otro lado, también aumentaron un 21,6 por ciento más las solicitudes de ayudas para situaciones de emergencia social, que sumaron 4.214 frente a las 3.301 de 2008. El 49,9 por ciento de esas peticiones fueron en la provincia de Pontevedra.