Sólo han pasado unas horas desde que la Xunta ha llegado a un acuerdo para profesionalizar la junta directiva de Alfageme y ya ha rodado la primera cabeza. Los propietarios de la empresa han cesado al director general de la compañía, Francisco Rivas, después de 7 meses como profesional externo.
Rivas terminó su contrato el 31 de diciembre, pero seguía vinculado a la empresa por un acuerdo verbal al ser designado como responsable para justificar el destino de los fondos concedidos en aval para pagar parte de las nóminas que se debían a los trabajadores y comprar materia prima con la que reanudar la actividad. Para Rivas y su equipo la empresa es salvable, sobre todo ahora que tiene varios inversores interesados, pero se debe actuar rápido para que una situación agónica se convierta en imposible.