L. GÁNDARA. El naif universo de Jaques Tati ha vuelto por unas horas a las calles de París. El pasado 23 de enero Kenzo presentó en la capital francesa la nueva colección masculina de otoño-invierno para la temporada 2010-2011 en colaboración con Maison Martin Margiela.
Era el primer desfile de la “Maison” desde que el modisto Martin Margiela había dejado la firma después de 22 años. La ocasión se convirtió en un reto para Diesel, propietaria de la marca desde 2003.
El desfile estuvo plagado de grises y los clásicos blanco y negro, en la mayoría de las colecciones.
La sorpresa la produjo el diseñador italiano Antonio Marras que, como eterno homenaje a Francia, en el cuarenta aniversario de la firma Kenzo, deseaba hacer algo especial por el país que le ha acogido durante estos últimos seis años.
La colección se presentó en su propia sede donde los automóviles Citroën, las mesitas, y las calles de época se mezclaron con los detalles, el color, el botón, la cintura y los calcetines de los diseños.
Inspirado por el cine francés de los años 50 y 60, Marras ha querido homenajear a “lo más francés”, eligiendo a uno de sus maestros de la realización; de forma que la escenografía se invadió del color y la poética naif del cine de Jaques Tati.
El azul se convirtió en el color protagonista, con pinceladas de rojos en los accesorios, conjugando los colores de la bandera de Francia en los diseños y por un momento el espíritu de Mon Oncle volvió a teñir de luz su Francia natal para recordar a los suyos que los clásicos son eternos.
Según el propio autor suponía un reto realizar una colección actual con diseños de los años 50 y 60 del pasado siglo pero era algo que deseaba hacer y, el M. Hulot, estaba presente.
