Los populares lo tienen claro: el alcalde “se vuelve a quedar sólo” en la fusión de cajas ante las declaraciones del Gobernador del Banco de España ayer en Vigo, que aconsejó responsabilidad para no perder tiempo y de que un SIP sería irreversible a medio plazo, por lo que con este sistema no se podría garantizar ni la solvencia ni la galleguidad de la caja resultante.
Para el grupo municipal del PP, “el alcalde busca la confrontación, confundir a la opinión pública. Le pedimos responsabilidad al alcalde, que deje los personalismos atrás para garantizar el futuro de nuestra caja. Ya se advirtió que cuanto más rápido se tome la decisión, menor será el coste y más rápido será el proceso de adaptación. El alcalde está siendo muy insensato poniendo trabas a este proceso”, aseguró el portavoz José Manuel Figueroa. Por eso exigen un cambio de postura por parte de Abel Caballero, que “sigue sin ofrecer una alternativa válida” y culpan al regidor de poner trabas a la fusión, crear un conflicto donde hay unidad y buscar rentabilidad electoral.
Auditoría
Sólo el PSOE se opone a la fusión entre Caixanova y Caixa Galicia, sobre todo después de la auditoría hecha por KPMG para avalar la unión entre las cajas de ahorro gallegas. Un informe que aún no se ha dado a las compañías afectadas y que contempla un coste de 300.000 euros semanales durante las tres primeras semanas de trabajo que se pagaría con dinero público.
El informe, en el que han trabajado unas 35 personas, confirma que la unión de las dos cajas gallegas sería un buen paso, ya que la entidad resultante daría beneficios desde el primer año, aunque provocaría unos costes de reestructuración de 485 millones que se amortizarían en poco más de tres años. Eso sí, el cierre de 280 oficinas dejaría 1.300 puestos de trabajo menos que se intentarían solventar con prejubilaciones y bajas voluntarias.
