Llevan cinco días de auténtica supervivencia con temperaturas muy bajas, sin electricidad ni agua, subidos a una grúa de la empresa Termavi, pero hoy la odisea llega a su punto final. Los cuatro despedidos de esta concesionaria de tráfico de contenedores en la terminal de Guixar suspendieron a las 12 horas la huelga de hambre que comenzaron el pasado jueves al llegar a un acuerdo con la empresa.
Tras varios días de negociación, la empresa intentará llegar a un acuerdo de prejubilación con tres de los 9 despedidos, mientras que la presidenta de la Autoridad Portuaria de Vigo, Corina Porro, intentará reubicar al resto en otras empresas. Un acuerdo positivo para los despedidos, ya que la empresa renunciará a emprender acciones legales contra los cuatro ex trabajadores que ocuparon las grúas ni contra los que secundaron la huelga. Por su parte, los operarios mantendrán la posibilidad de continuar con las demandas judiciales pertinentes para intentar conseguir la nulidad de los despidos.
La plantilla de Termavi comenzó un paro indefinido hace ya una semana para protestar contra el despido de 9 trabajadores y reclamar su readmisión.
Ayer, uno de los trabajadores que permanecían en huelga de hambre solicitó atención sanitaria al recibir un golpe accidental y al encontrarse mal debido al frío, ya que la empresa ha cortado el suministro eléctrico y no permite que se les facilite agua con azúcar. Sin embargo, el médico se negó a subir a la maquinaria y el ex trabajador a bajar de la grúa, por lo que al final rechazo recibir la asistencia.
