Cultura

El Espacio Colección Caixanova se renueva con más obras

Una obra de Pailós
Una obra de Pailós

El Espacio Colección Caixanova abre al público su cuarta revisión desde que se inaugurara en 2003.

Desde su apertura al público, el Espacio Colección Caixanova se ha convertido en un auténtico museo permanente en el que se muestra una selección única de obras de artistas gallegos, que ilustran la creación plástica del siglo XIX a nuestros días.

Las seis salas que completan el recorrido cronológico durante estos dos siglos acogen un centenar de piezas, de las cuales la mitad se muestran en este espacio por primera vez y 30 de ellas son de reciente adquisición. Emblemáticas e imprescindibles, otras obras se muestran de nuevo pero con nueva ubicación o tratamiento, conformando lecturas diferentes.

Por ello, la bienvenida es estéticamente novedosa de la mano del mejor paisajista español del romanticismo, Jenaro Pérez Villamil, aunque su presencia haya sido constante inaugurando la muestra. De reconocido prestigio a mediados del siglo XIX en las casas reales de Europa, su obra anuncia el resurgimiento de la pintura en Galicia. Este proceso se materializa posteriormente en la brillantez de retratos y paisajes como los que se muestran por primera vez en esta edición, de Dionisio Fierros o Corredoira, junto a los fundamentales de Castelao o Sobrino. ‘Dama leyendo’, de Sotomayor, es una joya cuya ejecución despierta siempre una gran admiración y en la que se advierte la influencia de los maestros holandeses en un artista que consiguió que Galicia tuviera un nombre relevante en el Madrid de la primera mitad del siglo XX.

La sala de los renovadores da la bienvenida al público con nuevas fotografías de Caamaño y las recientes adquisiciones de Arturo Souto, Seoane y Maruja Mallo. El óleo de Souto, ‘Capea en un pueblo de Castilla’, de 1945, contiene sus trazos gruesos, cortos y rápidos, de riquísimos matices, que evidencian su excepcional talento. La pieza de Seoane ‘Mujeres en amarillo’ forma parte de un espacio en el que la entidad se anticipa al homenaje a ese artista en el centenario de su nacimiento, que se conmemorará en 2010, y cuya obra fue fundamental para la universalización del arte gallego.

La de Maruja Mallo, ‘Mujer rubia’, es una pieza excepcional, anhelada por su calidad y por pertenecer a su emblemática etapa de dorado exilio en Buenos Aires. El realismo mágico y alegre de los años 40 de Urbano Lugrís en ‘San Telmo’ y ‘Fantasía Marinera’ abundará en el peso que la corriente surrealista tiene en ese periodo.

La creatividad dentro y fuera de Galicia desde los años 50 a los 80 está representada con una amplia muestra de la producción artística en las diferentes opciones abstracta y figurativa. ‘Violonchelo’, de Caruncho, nos asalta con la descomposición en planos del instrumento y nos recuerda a Juan Gris; la fuerza de ‘Desnudo en dorados’, de Segura Torrella, descansa en el trabajo expresionista de las manchas gruesas con pincel ancho y  monumentalidad; ‘Alamo Blanco’, de Baixeras, deja de lado la estricta abstracción que contenían obras anteriores en exposición e insinúa elementos del paisaje; ‘La familia americana’, con el sello inconfundible de Jorge Castillo, da testimonio de su estancia en Nueva York, ciudad en la que residió desde 1979 y en la que consolidó su carrera como el más internacional de nuestros artistas en la década de los 80.

Otra de las contundentes novedades en esta sala es la reciente adquisición de Manuel Pailós, posiblemente única en las colecciones de arte gallego. Por su parte, Alcolea llevó a cabo una coherente trayectoria en el madrileño círculo artístico de Gordillo, ‘Nueva figuración madrileña’, que le consagró como uno de los grandes de la pintura española de los años 80. Por eso otra obra de su serie ‘Piscinas’ inaugura esta sala en la que se respira la libertad en la que se enmarcó el nacimiento de Atlántica, un movimiento heterogéneo en el que aparecen nombres que gozan de gran prestigio internacional. Antón Patiño exhibe por primera vez ‘La Palmera’ (1982), con violentas variaciones cromáticas de tonos ácidos a partir de un esquema sencillo. Con un Freixanes colorista de los 80, ‘Figura na noite’, se ilustra por primera vez su producción de estos años, antes de evolucionar a obras que ya han estado en exposición. La sala da la bienvenida por primera vez a Javier Toubes, con su pieza ‘Obra Noray’, contundente y evocadora, que comparte el apartado de escultura con Basallo, Silverio Rivas o Leiro.

El recorrido finaliza en la sexta sala, en la que se conjugan la conmoción del sufrimiento de las obras de Mónica Alonso y Victoria Diehl con los trabajos de textura personales de Murado, Berta Caccamo y Álvarez Basso, entre otros. Esta sala se consolida así como un escaparate de últimas propuestas, que llegan de la mano tanto de jóvenes promesas como de artistas consagrados que se mantienen atentos para innovar y seguir emocionando y sorprendiendo al espectador.

El acceso es libre y gratuito en días laborables, excepto lunes, de 18.00 a 21.30 horas y los sábados, domingos y festivos de 11.00 a 14.00 y de 18.00 a 21.30 horas.

Visitas guiadas de libre acceso todos los domingos a las 19.00 horas y concertadas para colegios, asociaciones y grupos en general, llamando a los teléfonos 986 12 00 74 / 84.

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