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Las humanizaciones acaban con 3.000 aparcamientos en el Centro

coches aparcados
Las humanizaciones han acabado con los coches en el centro como el vídeo acabó con la estrella de la radio. Los cerca de 3.000 vehículos que ocupaban los aparcamientos que había en el entorno de la Plaza de Compostela, García Barbón, Colón, Pontevedra, Areal, Marqués de Valladares, Carral o García Olloqui no han vuelto por el centro. Nadie sabe muy bien dónde están. vigoalminuto comprobó que la ocupación de los parkings, salvo el de O Berbés no se ha incrementado, aunque ya no quedan ni abonos para los mismos ni plazas particulares en alquiler, a pesar de que su precio medio ronda los 110 €. También ha aumentado el número de personas que optan por subirse al autobús, especialmente en las líneas circulares y se ha disparado la venta de ciclomotores.

 

Vamos más en autobús
Así lo señalan los datos de Vitrasa. Desde 2005, fecha en la que empezaron las humanizaciones en el centro, hasta junio pasado el número de pasajeros que usan el autobús número había aumentado en 500.000 personas, lo que ha hecho que este medio de transporte sea empleado al año por 22 millones de viajeros en nuestra ciudad. A la dificultad de aparcar, se suman las obras, que hacen que circular por el centro sea una pesadilla, y los abonos a jubilados, parados y estudiantes.
 

 

Los parkings no llenan
Los parkings del centro no atienden a más coches. Los de Uruguai, Rosalía de Castro, Urzáiz, Colón, Velázquez Moreno, Porta do Sol y el Robotizado, que disponen en total de 1.556 plazas, tienen ocupadas diariamente una media de 935, algo más del 60%.
 Más motos

Hasta octubre de2008 se vendieron en la ciudad más de 1.700 scooters. El hecho de que se pueda conducir esta moto con el carné de coche y su bajo consumo es uno de los motivos de su éxito.

Quedan muy pocas plazas de superficie
Aunque se han eliminado las plazas de aparcamiento en la mayoría de las calles del centro, en algunas de ellas aún es posible estacionar. Los más madrugadores pueden dejar el coche en el entorno de Churruca y la Plaza de Portugal. También se puede encontrar algún hueco en Hernán Cortés. En otras, como Rosalía de Castro, Oporto, Canceleiro , Serafín Avendaño, final de García Barbón, Areal o República Argentina, hay que pagar la XER. Los más animosos no dudan en dejar el coche en el Castro, y los que no temen las prohibiciones lo hacen en la Praza de Fernando Conde, junto a la Cámara de Comercio.
 

 

 

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