Mina, de 39 años, ha muerto en Puçol, Valencia, a manos de su ex pareja. El agresor, que ya había sido denunciado por su víctima tras darle una paliza en la calle, y que tenía una orden de alejamiento, iba anticipando sus intenciones por los bares que frecuentaba.
“La voy a matar, la voy a matar”, aseguran vecinos y amigos de la fallecida, que advertía el asesino cada vez que hablaba con alguien próximo a Mina. Los vecinos han descrito a este tiparraco como un controlador obsesivo, que no dejaba de perseguir a su ex pareja y, la mayoría, sabían que era capaz de acabar con ella, como así ha sucedido.
