Lo pillaron con las manos en la masa, intentando forzar el cierre de una de las vitrinas del establecimiento, pero aún tuvo agudeza mental suficiente y mucho morro, sea dicho de paso, para disimular e intentar distraer a la dependienta haciéndole preguntas sobre los precios de otras joyas. Y al final huyó de la joyería situada en Gran Vía con el collar, valorado en más de 6.000 euros.

El hombre, de 30 años y con ocho antecedentes anteriores, fue detenido tres semanas después del incidente en la calle Martínez Garrido. El detenido ya ha pasado a disposición judicial por un delito de robo con fuerza.

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