La alerta sobre las bombas que debían llegar en aviones de carga a Estados Unidos fue dada por un antiguo preso de Guantánamo. Según fuentes del Gobierno Británico, citadas por la BBC, Jabr al Faifi, desertor de una célula de Al Qaeda, informó del posible atentado, que tenía como objetivo la comunidad judía de Chicago, a las autoridades de Arabia Saudí, país que alertó a los responsables de inteligencia norteamericanos.
Estos centran sus sospechas en Ibrahim Hassan al Asiri, jefe de la división de fabricación de explosivos de la red terrorista en Yemen. Los artefactos fueron detectados el viernes en un avión de la compañía UPS que hizo escala en el aeropuerto británico de East Midlands, al norte de Londres, y en instalaciones de FedEx en Dubai. En ambos casos, según ha divulgado la cadena Sky News, los paquetes contenían unos 400 gramos de pentrita, un potentísimo explosivo que habría causado una destrucción masiva.
