Esta mañana, el alumnado del CIFP Manuel Antonio ha protagonizado un plantón y concentración frente al centro educativo para exigir soluciones inmediatas a la situación que vienen sufriendo desde el inicio del curso. Los estudiantes denuncian que las obras en el edificio de Sanidad -donde están sus aulas- han provocado retrasos en el inicio de las clases presenciales, falta de condiciones de seguridad y una degradación de la calidad educativa.
Clases telemáticas
Según explican, desde el primer día se les informó de que no podrían comenzar las clases en el aula debido a las obras, por lo que se optó por un sistema telemático improvisado, sin clases reales y con el alumnado estudiando por su cuenta. Aunque la presencialidad comenzó semanas después, la situación no mejoró: ruidos constantes de maquinaria, polvo en las aulas y una escasa protección de seguridad están afectando a la concentración y, en muchos casos, a la salud del estudiantado.
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“Muchos compañeros sufren migrañas o ataques de asma o tienen que usar mascarillas dentro de clase para poder aguantar”, lamentan los estudiantes. Además, los laboratorios siguen sin estar disponibles, lo que impide avanzar en la parte práctica del temario. Denuncian también pérdidas de material biológico y equipos dañados por las obras.


Asimismo, aseguran haber intentado buscar soluciones con la dirección del centro, sin éxito. Acusan tanto a la Xunta como al Concello de falta de implicación y previsión, y reclaman alternativas como aulas provisionales o el uso de centros públicos para garantizar un entorno de aprendizaje digno.





