La primera teniente de alcalde de Vigo, Carmela Silva, que hoy presidió el Pleno del Concello en ausencia del alcalde, Abel Caballero, que estaba en Madrid, expresó con vehemencia la oposición frontal del Gobierno municipal a que la Alameda se considere Bien de Interés Cultural (BIC) por la Xunta de Galicia.
Silva basó justificó esa oposición con varios argumentos, el primero de ellos es que Patrimonio se había opuesto a que el Casco Vello de Bouzas obtuviese la consideración de BIC, “y no va a darse ese reconocimiento a la Alameda de Vigo, sólo faltaría”. La teniente de alcalde apuntó que en la Praza de Compostela lo más destacado y digno de protección son los árboles y las esculturas, que ya están bajo el amparo del Concello.
El segundo razonamiento de Carmela Silva se sustancia en que la propuesta de que la Alameda sea Bien de Interés Cultural la hace “una asociación inexistente” [Asociación de Vecinos Vigo Centro] dirigida por una “portavoz del Partido Popular y ahora también del Bloque”, asociación, añadió, “creada para acabar con la Navidad de Vigo… algo que no van a conseguir, se pongan como se pongan”.
“Lugar clave en la historia y la identidad de la ciudad”
Como informó vigoalminuto, la Asociación de Vecinos Zona Centro solicitó a la Xunta de Galicia que los jardines de la Alameda de Vigo se declarasen Ben de Interese Cultural (BIC). La petición se presentó el pasado mes de junio ante la Dirección Xeral de Patrimonio Cultural.
Este colectivo -junto con otros de la ciudad- defiende que la Alameda no es solo un espacio verde, sino un lugar clave en la historia y la identidad de la ciudad. Creado en el siglo XIX sobre terrenos ganados al mar, fue el primer jardín urbano público de Vigo y hoy ocupa 9.000 metros cuadrados con especies centenarias y singulares, algunas reconocidas en el Catálogo Galego de Árbores Senlleiras.
Además de su valor botánico, la solicitud para que sea BIC, recalca la Alameda reúne esculturas y una fuente central de interés artístico, lo que la convierte en un enclave cultural de primer orden. Prueba de ellos es que ya está catalogada como jardín histórico e incluida en los inventarios patrimoniales de Galicia, una protección que los vecinos juzgan insuficiente y que la declaración de BIC reforzaría, garantizando su cuidado y conservación.

