El ex presidente de Uruguay, Pepe Mujica, ha muerto este martes a pocos días de cumplir 90 años. Referente de la izquierda global y uno de los últimos mitos de la política latinoamericana, Mujica padecía un cáncer de esófago, que se extendió al hígado y a otros órganos.
En enero anunció que abandonaba el tratamiento y en varias entrevistas mostró que era plenamente consciente de que su vida se había acabado.
Con la muerte de Mujica desaparece una persona que supo vivir de acuerdo con sus convicciones, Uruguay pierde a un servidor público íntegro y el mundo se ve privado de un modelo de dignidad.