Cristina de Borbón comenzó a declarar ante el juez Castro , como imputada en los presuntos delitos de fraude fiscal y blanqueo de capitales, poco antes de las 10 de la mañana, tras haber llegado a los Juzgados de Palma de Mallorca un cuarto de hora antes, en coche.
Como se había anunciado previamente, la hija menor del Rey no descendió la rampa que conduce a la sede judicial a pie como hizo hace unos meses su marido, sino que el coche la dejó a la puerta del juzgado.
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La duquesa se bajó del mismo muy sonriente y dio los buenos días a los periodistas a los que contestó que estaba “bien” cuando le preguntaron cómo se encontraba.
