El asesino Assad, que este jueves aseguró que estaba dispuesto a entregar el control de su arsenal de armas químicas a un organismo internacional – siempre y cuando se le garantizase que estados Unidos no atacaría – está dispersando dicho arsenal para dificultar su localización a otros países.
La Unidad 450, integrada en el Centro de Estudios e Investigaciones Científicas Sirio (SSSRC), empezó a trasladar las armas químicas, hace alrededor de un año, desde sus principales almacenes, en el oeste del país. Esta actividad se ha intensificado en los últimos meses, repartiendo dichas armas por hasta 50 localidades de toda Siria. De acuerdo con los informes internacionales, el régimen sirio dispone de 1.000 toneladas métricas de «agentes biológicos».
Los servicios secretos de varios países – incluyendo los estadounidenses – están siguiendo por satélite a los camiones de la Unidad 450 y descubrir los almacenes de armas químicas, una tarea complicada porque no siempre son capaces de verificar ver qué hay en los vehículos.
La Unidad 450 es una fuerza de élite integrada mayoritariamente por alauíes, confesión de la rama chií del Islam a la que pertenece la familia Al Assad, que controla el programa de armas químicas sirio.
