La madrugada del próximo domingo, los relojes se adelantarán una hora y, a las 2 de la madrugada serán las 3, para comenzar la hora de verano que permite un ahorro aproximado del 5% de la energía o, lo que es lo mismo, unos 300 millones de euros, algo más de 6 € en cada casa.
A raíz de la primera crisis del petróleo, algunos países, entre ellos España, decidieron adelantar sus relojes para aprovechar mejor la luz del sol y gastar menos electricidad en iluminación. Desde 1981 el cambio de hora se aplica como directiva europea y cada cuatro años se renueva sucesivamente.
El cambio de hora tiene carácter indefinido al entenderse que el buen funcionamiento de algunos sectores, no sólo el de los transportes y las comunicaciones, sino también otras ramas de la industria, requiere una programación estable a largo plazo.
