“Mañana daré los primeros pasos para formar un nuevo Gobierno”. Con esta frase ha anunciado el político liberal Mark Rutte, actual primer ministro de los Países Bajos, su victoria en las elecciones legislativas que se celebraron en Holanda. De acuerdo con los resultados el Partido Liberal ha obtenido 41 diputados, dos más que los Laboristas de Diederik Samson, quien ha reconocido ya su derrota, “he llamado a Mark Rutte para felicitarle, los liberales son, de nuevo, el partido más votado”.
La diferencia entre ambas formaciones ha sido de menos de 100.000 votos y, por detrás de ellos han quedado el Partido Socialista, que no mejora sus resultados y el Partido de la Libertad, de Geert Wilders, que ha perdido una tercera parte de los escaños que obtuvo en los anteriores comicios.
Estos resultados consolidarían una mayoría europeísta en el Parlamento holandés, de 150 escaños, reduciendo la presencia en la cámara de los euroescépticos, socialistas, quienes rechazaban los rescates comunitarios y los partidarios del Partido de la Libertad, quienes proponían que Holanda saliese de la Unión Europea.
Aunque el próximo gobierno estará formado, muy posiblemente, por una coalición entre liberales y laboristas, la postura de los Países Bajos en el seno de la Unión Europea seguirá siendo contraria a que los países que han sabido mantener sus cuentas públicas saneadas tengan que desviar parte de sus recursos a pagar la deuda pública de los países deudores.
