Ganar el Sorteo Extraordinario de Navidad el próximo 22 de diciembre puede cambiar una vida en cuestión de minutos. Sin embargo, convertir ese golpe de suerte en tranquilidad económica a largo plazo no es automático y exige algo más que ilusión. Mantener la calma, actuar con discreción y planificar con cabeza son, según los expertos, las primeras decisiones clave para que el premio no se diluya con el paso del tiempo.
‘El Gordo’ reparte 400.000 euros por décimo, una cantidad que puede resolver muchos problemas, pero que también conlleva riesgos si se gestiona de forma impulsiva. “Los datos muestran que una parte importante de los grandes premios se pierde en pocos años por falta de planificación”, explica Laureano Gris, socio de la firma de asesoramiento financiero Norz Patrimonia. “Bien gestionado, ese dinero puede convertirse en una base sólida de seguridad económica”.
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Primeros pasos tras el premio
Los especialistas coinciden en que, tras comprobar el décimo premiado, lo más recomendable es no precipitarse. Firmar el boleto para acreditar su propiedad, guardar discreción y evitar decisiones drásticas —como dejar el trabajo de inmediato— ayuda a ganar tiempo y perspectiva. “Lo ideal es tomarse unos días para analizar la nueva situación con calma”, señala Gris.
En paralelo, contar con asesoramiento financiero y legal desde el primer momento permite conocer las implicaciones fiscales y proteger el capital frente a errores comunes o presiones externas.
¿Cuántos impuestos se pagan?
En España, los primeros 40.000 euros de los premios de lotería están exentos de impuestos. A partir de esa cifra, se aplica una retención del 20 %, que ya descuenta directamente Loterías y Apuestas del Estado antes de entregar el dinero. No obstante, los expertos recuerdan que los rendimientos que genere el premio —intereses, inversiones o rentas— sí tributan posteriormente y pueden afectar también al impuesto sobre el Patrimonio, en función de la comunidad autónoma.
Planificar para no despilfarrar
Una de las claves para que el premio dure es fijar prioridades claras. Cancelar deudas con altos intereses suele ser un buen primer paso, siempre analizando qué conviene pagar de inmediato y qué no. A partir de ahí, la diversificación de inversiones permite reducir riesgos y buscar rentabilidad de forma equilibrada.
Otro aspecto esencial es marcar un límite al gasto personal. Reservar una parte del dinero para disfrutar del premio ayuda a evitar frustraciones, pero hacerlo sin un control claro puede acelerar su desaparición. También conviene planificar con cuidado las posibles donaciones a familiares o causas solidarias, teniendo en cuenta sus consecuencias fiscales.
“La diferencia entre un premio que se evapora y uno que garantiza estabilidad está en la planificación”, resume Gris. “Actuar con cabeza fría y con el apoyo adecuado permite disfrutar del dinero hoy y, al mismo tiempo, construir un futuro más seguro”.
