La presa de Eiras, principal fuente de abastecimiento de agua de Vigo y de otros ocho concellos del área metropolitana, se ha convertido en el epicentro de una crisis institucional y técnica que no deja de escalar. La Xunta anunció que asumirá en solitario, sin acuerdo con el Gobierno vigués, la reparación urgente de las válvulas que regulan el suministro, unas piezas clave que se encuentran en estado crítico, según la Administración autonómica.
La conselleira de Medio Ambiente, Ángeles Vázquez, declaró hoy en la ciudad que “tenemos que afrontar un problemón. No podemos permitir que más de 400.000 personas corran el riesgo de quedarse sin agua”.
“El Concello conocía los desperfectos de las válvulas”
Según explicó en una comparecencia ante la prensa en la sede del Parque das Illas Atlánticas, en el Casco Vello, fue el Ayuntamiento quien asumió en exclusiva desde 2022 la operación de las válvulas ahora averiadas. Agregó que los técnicos de Augas de Galicia detectaron el pasado mes de abril los primeros desperfectos en una de ellas, y la concesionaria- Aqualia- solicitó entonces que solo se abriese a medias para evitar mayores daños.
En aquel momento, reconoció, la incidencia no ponía en riesgo el suministro. Sin embargo, en octubre la situación empeoró: la primera válvula presentaba un deterioro mucho más avanzado y la segunda estaba ya inutilizada. Vázquez fue tajante y se mostró segura de que la situación actual de urgencia se debe a una “dejadez prolongada” de la empresa responsable del servicio municipal de abastecimiento.
Además, rechazó la propuesta del alcalde de que la reparación supondría apenas 50.000€ por cada válvula, esa estimación, recalcó, “no se ajusta en absoluto a la realidad” y que la actuación que hay que llevar a cabo es mucho más compleja y costosa.
La Xunta encarga una reparación “urgente”
Vázquez reiteró que ni el Concello de Vigo ni Aqualia, empresa concesionaria del abastecimiento propusieron soluciones eficaces, por lo que “Aguas de Galicia activó esta misma mañana un encargo vía urgente a una ingeniería y una empresa especializada”. Sin dar detalles técnicos, que se comprometió a facilitar a los medios de comunicación, añadió que la intervención, que tendrá un coste de unos dos millones de euros y “nada de 12 ni de 48 horas ni de poner una válvula de 50.000€”. Será preciso un bypass que canalice directamente el agua desde el interior de la presa e instalar unas válvulas provisionales, mientras se fabrican las que definitivas. Ello llevará “varias semanas”.
A la pregunta de si la Xunta asumía las obras porque reconoce que es responsable del mantenimiento, Ángeles Vázquez respondió que su labor no era generar problemas sino resolverlos y su prioridad asegurar el suministro de agua y que las responsabilidades se resolverán “más adelante”.
Caballero acusa a la Xunta de ocultar el problema y pide la dimisión de la conselleira
Tras las declaraciones de la conselleira, Abel Caballero ha respondido acusando a Ángeles Vázquez de “mentir” y enfatizando que “hace ocho meses que sabe que hay un problema en una válvula y ¿a qué esperó para no arreglarlo al día siguiente?”.
Así, para reforzar su argumento recordó que la Xunta gestiona la concesión de Eiras desde hace tres años, “¿en este tiempo qué investigación hicieron? ¿cuántas veces fueron?”. El alcalde insistió en que el Concello aporta 600.000 euros anuales para el mantenimiento de la presa y lamentó que la Xunta no actuase pese a conocer el problema en plena sequía. “Ella [la conselleira] ya lo sabía y no dijo nada. ¿Qué quería? ¿que nos quedáramos sin agua? ¿que nos quedemos ahora sin agua?”.
Asimismo, apuntó que para garantizar el abastecimiento a Vigo no es necesario un bypass, sino simplemente arreglar las válvulas, “quienes necesitan el bypass son otros ayuntamientos”.

