Bajo el reloj que marca en Príncipe la cuenta atrás para la llegada de la Navidad, el foro Os Ninguéns alertó hoy que la fiesta más mediática del año no logra disipar la sombra del aumento del número de personas sin hogar, “que crece en la ciudad”.
Decenas de personas pidieron al alcalde, Abel Caballero, que “no le cieguen las luces de Navidad” y que mire más allá del brillo y la publicidad, hacia la realidad de quienes viven sin techo ni esperanza.
🏚️ “Más personas en la calle, menos respuestas eficaces“
El colectivo advierte de que cada vez son más los vecinos que duermen en la calle o en condiciones indignas, en naves abandonadas, ruinas o infraviviendas. Calculan que más de un centenar de personas sobreviven sin hogar en Vigo, muchas de ellas con problemas de salud mental o adicciones, sin apoyo sanitario ni social suficiente.
Según Os Ninguéns, los tres albergues disponibles en la ciudad —uno municipal— no cubren la demanda, y los usuarios deben abandonar las instalaciones tras pocos días, “volviendo a la calle sin alternativas reales”.
⚠️ Una “emergencia social silenciada“
Los representantes del foro lamentan que las instituciones se limiten a trasladarse la responsabilidad entre sí, sin ofrecer soluciones coordinadas. “La pobreza no se combate con discursos, sino con políticas estables y recursos públicos”, apuntan.
Así, el reciente fallecimiento de dos personas sin hogar, una de ellas en circunstancias violentas, ha puesto de nuevo el foco en una emergencia humana que, denuncian, “no puede quedar tapada por el brillo de las fiestas”.
💬 Un llamamiento al Concello
Os Ninguéns exige al Ayuntamiento un plan integral de atención a las personas sin hogar, con viviendas de emergencia, programas de inserción y apoyo sanitario y psicológico. “El mensaje de que en Vigo duerme en la calle quien quiere es falso y cruel”, afirma el colectivo, que pide al regidor “abrir los ojos ante una realidad que duele y que no se puede maquillar con luces”.
🌃 Entre el resplandor y la sombra
Mientras Vigo se prepara para recibir miles de visitantes por su espectáculo navideño, los colectivos sociales subrayan que hay una ciudad invisible que no celebra nada. “Las luces son bonitas —dicen—, pero una ciudad verdaderamente grande es la que cuida de todos, también de quienes no tienen dónde dormir.”

