La madrugada del próximo sábado, día 25, al domingo 26 de octubre de 2025, los relojes deberán retrasarse una hora: a las 03:00 h pasarán a ser las 02:00 h -hora peninsular-. Con este ajuste, entramos en el horario de invierno, tal y como establece el Real Decreto 236/2002 y las directivas europeas que regulan el cambio estacional de hora.
El objetivo original de esta medida -adoptada hace medio siglo- era aprovechar mejor la luz natural, haciendo que anocheciera más tarde en verano y reduciendo así el consumo eléctrico. Sin embargo, los estudios más recientes apuntan que el ahorro energético es mínimo o incluso inexistente, debido a los cambios en los hábitos de consumo, el uso de climatización o el mayor peso de la actividad nocturna.
Efectos en salud y vida cotidiana
Además, el cambio de hora, al adelantar o retrasar el reloj dos veces al año, puede alterar los ritmos circadianos —un fenómeno conocido como cronodisrupción—, generando trastornos del sueño, fatiga o alteraciones del ánimo, especialmente en personas con horarios sensibles o atípicos.
A ello se suman costes sociales y económicos menos visibles, como la reprogramación de sistemas, ajustes en transporte, servicios o coordinación internacional.
El Gobierno quiere eliminar el cambio de hora en 2026
Así es: el presidente Sánchez, ha anunciado que España propondrá al Consejo de la Unión Europea eliminar el cambio de hora estacional a partir de 2026, una medida que apoya el 66% de los ciudadanos.
En un vídeo publicado en redes sociales, Pedro Sánchez afirma que “cambiar la hora dos veces al año ya no tiene sentido“, ya que “apenas ayuda a ahorrar energía y tiene un impacto negativo en la salud y en la vida de la gente“.
Asimismo, recordó que el Parlamento Europeo ya aprobó hace seis años una resolución para poner fin a los cambios semestrales, aunque su aplicación quedó bloqueada por la falta de consenso entre los Estados miembros. Su intención es mantener el actual sistema de cambio horario hasta 2026, dando tiempo a alcanzar un acuerdo europeo y, una vez logrado, proponer que toda la UE adopte un horario único y estable, sin cambios semestrales.