El Pleno municipal aprobó definitivamente el nuevo Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM) de Vigo. Clave para el desarrollo de la ciudad, previsiblemente estará en vigor durante varias décadas, aunque no ha contado con uninimidad en la Corporación: los 5 concejales del Partido Popular se han abstenido y los 3 del BNG han votado en contra.
Frente a ello, el alcalde se ha mostrado exultante y ha asegurado que el PXOM es “excepcional y magnífico” y ha reprochado que la oposición no lo haya apoyado asegurando que “la ciudad pide explicaciones y decide…por eso ustedes, señores del BNG son tres, ustedes, del PP, son cinco y nosotros 19”. Además, Abel Caballero ha avalado el proceso de participación de los colectivos, asociaciones, entidades y vecinos el proceso de elaboración del documento.
50.000 nuevas viviendas, 14.000 de protección
Además, ha defendido que el Plan facilitará la construcción de 50.000 nuevas viviendas, “más de 14.000 con algún tipo de protección”, un proceso en el que, dijo, “vamos a participar activamente, porque después de nuestra experiencia con la Xunta, no tenemos confianza”.
Siguiendo este hilo, enumeró la zonas verdes con las que contará Vigo, el “doble” que en la actualidad- en especial en el entorno del Lagares- y reivindicó actuaciones en zonas donde son escasas- como Martínez Garrido- donde el Plan Xeral establece la parcela de la antiga estación de autobuses como zona verde. “Este es el PXOM es el que precisa Vigo en 2025, actuando por el interés general y permitiendo que esta sea, durante más tiempo la ciudd con más calidad de vida de España“.
Segundo Plan de la ‘era Caballero’
Este es el segundo Plan Xeral que de aprueba durante el mandato de Abel Caballero. En 2008, se dio el visto bueno al anterior -que se inició durante la gestión de Lois Pérez Castrillo (BNG), primero, y Corina Porro (PP), después- y en el que el gobierno Caballero introdujo modificaciones que, de acuerdo con el propio alcalde, sirvieron para erradicar la especulación aumentado, además, hasta el 40% la vivienda protegida. Entonces, Caballero, Carmela Silva y los responsables de Urbanismo brindaron con champán por un un ordenamiento urbanístico “para 200 años”.
Apenas un lustro después declaró sobre el mismo que “no me entusiasma el modelo de ciudad del plan porque era del BNG y del PP” e insistió en que ese Plan Xeal no era el de su gobierno, “lo heredé y por no perder tiempo lo asumí, pero yo no hubiera hecho ese plan tampoco, porque tiene deficiencias en la orientación de la ciudad que no comparto”.
Una vida corta…
Quizá intuyó que el PXOM de los 200 años no pasaría de los 7, porque en noviembre de 2015 -y pese a superar varias denuncias- el Tribunal Supremo lo anuló -por carecer de evaluación ambiental estratégica– y devolvió a Vigo a la regulación de 1993 que, con modificaciones, se ha aplicado hasta ahora.
…y después un trámite largo
Se abrió, entonces, una tramitación que ha tenido más vida que la vigencia de su antecesor: los trámites han durado una década, pasadon por dos Elecciones Municipales -2019 y 2023- y, pese a que el Gobierno municipal anunció varias veces por agilizar su aprobación, esta se ha alargado en medio de protestas de asociaciones vecinales que han presentado decenas de miles de alegaciones al mismo.
“Oportunidad perdida”
Para la portavoz municipal del Partido Popular, Luisa Sánchez, este Plan General, “diseñado por el PSOE de Abel Caballero” es una “oportunidad perdida” que “no dotará a Vigo de la estructura urbanística de una gran ciudad”.
La también presidenta del PP local, el documento elaborado por el Gobierno municipal “nace cojo” y se antoja “poco ambicioso” porque “ni siquiera proyecta el Vigo de los próximos diez años”, porque recoge un suelo industrial “insuficiente” y porque contempla un “crecimiento poblacional totalmente irreal”.

Unas carencias a las que se suman la falta de solución para las zonas inundables o algunas “actuaciones polémicas” como la instalación de un eventual ‘Vigo Arena’ donde en medio de una carballeira en Navia.
Además, Sánchez ha reprochado que el nuevo PXOM haya limitado las opciones de desarrollo de determinados ámbitos, como el que afecta a la antigua estación de autobuses. A su juicio, el gobierno de Caballero ha ejercido otro “bloqueo” para “confrontar con otras administraciones públicas”.
Pese a todo ello, Luisa Sánchez ha añadido que el Partido Popular ha ejercido una “abstención responsable”, apelando al “sentido de ciudad”. “Es mejor tener este Plan de mínimos que no tener nada. La ciudad ha normalizado la excepcionalidad. Lo normal no puede ser recurrir a una ordenación provisional, a la ‘Ley Vigo’ o al Plan de 1993. La ciudad necesita recuperar la normalidad urbanística”.

Un PXOM “gris imposto sen diálogo”
Más contundente ha sido Xabier P. Igrexas, portavoz del Bloque Nacionalista Galego (BNG), su grupo ha votado en contra del Plan, cuestionado su tramitación, “opaca e sen diálogo” y rechazando el “modelo gris e fracasado” de ciudad que proyecta para las próximas décadas.
Igrexas, considera que Vigo perdió una oportunidada histórica de contar con un PXOM “de toda a cidade e para toda a cidade”, transcurridos 3.486 días desde la anulación judicial del anterior. “Abel Caballero decidiu dilapidala insistindo nun Plan Xeral que foi elaborado na escuridade dos despachos ao ditado dos poderosos intereses dos de sempre”.
Como ejemplo de ella, el concejal nacionalista recordó que la aprobación inicial se hizo en un Pleno en pleno mes de agosto; la aprobación provisional fue en medio de las fiestas de Navidad y, ahora, la definitiva, este lunes, en eun Pleno extraordinario a continuación de otro ordinario. Finalmente, afirmó que es un “fito insólito” que el Plan resultase aprobado definitivamente sólo con los votos del rodillo “absolutista” del alcalde.
Igrexas enfatizó que para el Bloque este PXOM “non é o que Vigo necesita” por considerar que impone un modelo “gris e fracasado que vai hipotecar dúas décadas a cidade”. En su lugar insistió en la necesidad de avanzar hacia un Vigo cunon un futuro más sustentable, verde y habitable, dejando de “castigar” a los barrios y parroquias.
Estos objetivos, concluyó, son incompatíbeis con proyectos como la prolongación de la autovía A-52 o del vial PO-010 por sus elevadas afecciones sociales y ambientales en parroquias como Bembrive, Beade, Castrelos o Matamá.