Cuevas del Río, Granada, 1987. Lucas, Gloria y María Celeste son tres chavales que tienen una curiosa costumbre: cada vez que coinciden en la Cueva de los Fiambres, se acuestan juntos en la misma cama, sueñan con ser escritores y se cuentan historias de miedo.
Ellos son los principales –pero no únicos− actores de Murciélagos blancos (AdN, 2024), la novela que confirma a Óscar Montoya -autor residente en Vigo- como uno de los escritores más personales y geniales del actual panorama literario español.
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La obra está presupuestada en 450.000€, de los cuales la Diputación aporta 412.000
Trama
Para estos tres jóvenes no hay nada tan terrorífico y sorprendente como el amanecer en su cueva. Al día siguiente de una de esas noches de relatos, la familia más peligrosa del lugar reaparece y las heridas provocadas por unas tierras expropiadas se reabren.
Las rencillas y la desconfianza aflorarán, y nadie se molestará en escuchar a los chavales, pese a que uno de ellos sabe mucho de mucha gente del pueblo.
Murciélagos blancos descompone con humor esa España rural –a veces añorada− de finales de los ochenta, usando algunos de sus tópicos para resignificarlos y permitirnos una lectura contemporánea de un país que estaba a las puertas de los sucesos de Puerto Hurraco.
Esta trama de corruptelas y disputas familiares en torno a la posesión de la tierra y que es también una historia de aprendizaje de los 3 jóvenes, es una crónica hilarante a ratos, emocionante siempre, en la que nada es lo que parece, y cuyo final no dejará indiferente a ningún lector.
El autor
Óscar Montoya (Alicante, 1975) es licenciado en Derecho y reside en Vigo, donde trabaja en una empresa dedicada al comercio exterior. Tras haber escrito y autoeditado su primer trabajo, Últimos días de maternidad (2017), AdN apostó en 2019 por De otro lugar (finalista del premio Silverio Cañada, de la Semana Negra de Gijón) y Lo que te persigue (2021). Murciélagos blancos es su cuarta novela.
