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225 camas cerradas este verano en el Cunqueiro y Meixoeiro

“Los enfermos no cogen vacaciones”

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Desde julio hasta septiembre se cerrarán 225 camas en los hospitales del Área Sanitaria de Vigo. Además, desde que empezó este mes, ya no están utilizables 65 -de ellas 35 en el Hospital Álvaro Cunqueiro y otras 30 en el Meixoeiro-.

El cierre de camas no es nada nuevo en esta época del año, incluso el número de ellas que deja de estar disponible es similar desde 2014 (cuando aún existía el Hospital Xeral), entonces fueron 200; ya con el Cunqueiro funcionaldo, 174 en 2015; en 2016 se cerraron 190; otras 228 en 2017; 212 en 2018; el número más alto se dio en 2019: 234; bajó a 168 en 2020; 135 en 2021 y, el verano pasado, 180.

Un 22% de todas las camas

El Servizo Galego de Saúde (SERGAS) asegura que estará disponible el 88% de todas las “camas disponibles” en los hospitales del área viguesa. Además, explica, la reorganización de las unidades de hospitalización se realiza en función de la demanda asistencial, atendiendo a los índices de ocupación y tras efecturar un análisis pormenorizado de los datos de máxima ocupación quincenal registrada en los meses estivales de años anteriores”.

Asimismo, recalca que está previsto un Plan de Contingencia y el mismo garantiza que las “camas inhabilitadas” siguen disponibles al 100% y, en caso de necesidad, “pueden activarse en cualquier momento de manera inmediata”.

¿Por qué se cierran camas?

La respuesta que da el SERGAS es que el verano es la estación del año en la que se observa “una disminución de la prevalencia y de la morbilidad de determinadas patologías”. Esto supone que “hay un número menor de pacientes susceptibles de atención sanitaria: de ahí que la planifiación del número de camas en verano se justifique con menores índices de ocupación hospitalaria”.

Ahorrar dinero

Sin embargo, esos argumentos no convencen a muchos profesionales. Así, estiman que sólo se trata de ahorrar dinero y rechazan esa explicación, “pueril”, de que los enfermos están de veraneo. A ello, añaden, se suma que no se suplen adecuadamente las vacaciones de las plantillas y ello significa que “hay menos personal para atender adecuadamente a los pacientes”.

Aumento de las listas de espera

Paralelamente alertan de que no sólo no se aprovecha el verano para reducir las listas de espera: al contrario, éstas se incrementan al paralizarse las consultas externas, las pruebas diagnósticas y las intervenciones quirúrgicas no urgentes.

Masificación de Urgencias

Por último, advierten, otra consecuencia negativa del cierre de camas es la masificación de pacientes en los servicios de Urgencias, causando horas de espera y obligando a los profesionales sanitarios a atenderlos, en muchas ocasiones, en zonas no habilitadas para ello.

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