El juez Lago Louro,que instruye la causa por el accidente de Angrois, en el que murieron 81 personas y resultaron heridas, de distinta consideración, otras 140, ha decidido citar como investigado por los presuntos delitos de homicidio y lesiones por imprudencia grave a Andrés Cortabitarte, que en julio de 2013 era jefe de seguridad de Adif.
El juez indica que Cortabitarte no habría cumplido con su obligación de hacer un análisis de riesgos en la línea de alta velocidad entre Ourense y Santiago ello significa, considera Lago Louro, que toleró una situación de riesgo “que finalmente cristalizó” en el descarrilamiento, que “costó la vida y la salud a múltiples usuarios” aquel día.
El magistrado recalca que no es posible cuestionar que la curva de A Grandeira “representaba un riesgo en sí misma”, y que ese riesgo había sido detectado por la Unión Temporal de Empresas (UTE) que realizó la obra, y por la consultora del Ministerio de Fomento.
La existencia de ese riesgo había sido comunicado a Adif que, indica el juez, “no hizo nada para evaluar y reducir dicho riesgo a parámetros de tolerancia conforme a las normas”.
El juez indica que había una “situación de riesgo evidente que fue convenientemente detectado y comunicado” a Adif, tanto por la consultora de Fomento como por las empresas que realizaron el trazado y que era obligación legal de Adif “evaluar y gestionar dicho riesgo hasta hacerlo tolerable”, pero Adif “no cumplió con su deber” de manera que se protegiese a los viajeros de un fallo humanos lo cual “equipara dicho incumplimiento a la imprudencia del maquinista”.