El Banco Popular ya ha cerrado 195 sucursales de las 302 previstas, un 65% de las oficinas afectadas por el plan de reestructuración que está llevando a cabo la entidad y que culminará el próximo 22 de diciembre. El negocio de estas sucursales cerradas, 13 de ellas en Galicia, ha pasado a integrarse en otras oficinas.
En Galicia estaba previsto el cierre de unas 42 oficinas, aunque finalmente decidió mantener tres de ellas, dos en A Coruña y una en Pontevedra. El cierre de oficinas va acompañado de un ajuste de plantilla que implicará la salida de 2.592 trabajadores, 298 en Galicia. En la comunidad gallega habían solicitado la adhesión voluntaria al ERE 370 trabajadores.
En un comunicado emitido emitido por el propio banco, el Grupo Popular explica que se trata de una reestructuración del negocio para mejorar la rentabilidad y la eficiencia de la red comercial, algo que no afectará a sus clientes.
