Sucesos

Detienen en Bembibre a un hombre acusado de secuestrar, golpear, vejar y echar pegamento en la vagina a su expareja

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El juez del Instrucción número 5 de Ponferrada, en León, ha decidido prorrogar la detención del hombre de 35 años arrestado después de ser denunciado por su expareja, que lo acusa de haberla secuestrado con la ayuda de otra persona y de haberla sometido durante cinco horas a golpes y vejaciones, entre ellas echarle un pegamento en la vagina.

La mujer denunció que estaba en casa a punto de salir a pasear con el perro cuando se le echaron encima dos personas. La meten en un coche maniatada y con los ojos vendados con una media, la llevan a Bembibre, a 25 kilómetros de donde vive, y la meten en una bodega o trastero en la casa de la madre de su expareja.

Es allí donde la víctima denuncia que, entre otras cosas, le echan un líquido que le quema, le dan golpes por todo el cuerpo, le echan pegamento en la zona vaginal… Según el testimonio de la víctima, contado por su abogada, sobre las 04.00 de la madrugada la vuelven a meter en el coche y le dicen que la van a llevar a las vías del tren para que la arrolle, pero cambian de idea y la abandonan semidesnuda y maniatada al lado de una casa en ruinas.

La mujer empezó a correr y llamó a los timbres de varias casas hasta que al final pudo llegar a una farmacia donde la atendieron y llamaron a una ambulancia. El parte médico habla de ansiedad, hematomas, lesiones en las muñecas, restos de pegamento en el pubis, quemadura de primer grado en el muslo izquierdo y lesiones en los tobillos.

El juez ha ordenado el registro de la casa y de la bodega del detenido, así como otras diligencias relacionadas con el dispositivo de control telemático que debía de llevar el acusado.

El detenido ya fue denunciado por malos tratos en octubre de 2015 y, desde entonces, se han ido sucediendo tanto las denuncias como sus entradas y salidas en prisión por quebrantar la orden de alejamiento. La última vez, horas antes de que secuestrara a su expareja.

La abogada de la víctima denuncia que desde que quedó en libertad el detenido usurpó las cuentas de las redes sociales y correos electrónicos de la víctima y comenzó a insultar y amenazar a la familia, incluso llegando a decir que iba a matar al hijo de la víctima, de 12 años.

La víctima y el presunto agresor fueron pareja sólo unos meses, aunque llegaron a vivir juntos. Fue cuando ella decidió dejar la relación cuando empezó “el calvario”.

 

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