La ONU ha pedido a Grecia que no detenga a los niños refugiados y migrantes, acompañados o no, que continúan llegando a tierras griegas huyendo del conflicto bélico de su país y ha insistido en que promueva en cambio servicios de protección a la infancia.
Los menores no acompañados están siendo detenidos y llevados a dependencias policiales y recluidos, mientras que los que permanecen con sus familias en muchas ocasiones lo hacen en centros o campos de refugiados saturados en los que la situación tampoco es buena.
Desde principios de 2015 más de un millón de migrantes y refugiados han llegado a Europa a través de las fronteras griegas, el 38% de ellos niños.
