Eso desvelarían los residuos de varias pipas de arcilla de más de 400 años de edad encontradas en el jardín de William Shakespeare en Stratford-upon-Avon. Las mismas fueron analizados en Pretoria por un equipo de investigadores que utilizó una sofisticada técnica llamada espectrometría de masas y cromatografía de gases, informa ‘The Independent’.
El análisis demostró que al menos cuatro pipas procedentes del jardín del dramaturgo contenían restos del cannabis. Otras muestras desenterradas en los alrededores del lugar donde vivió Shakespeare resultaron contener nicotina y cocaína. Las pipas sometidas a estudio fueron prestados por la fundación Shakespeare Birthplace Trust.