6 millones de niños mueren, anualmente, antes de cumplir los 5 años debido a su situación de extrema pobreza, según un informe del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef). El estudio sobre los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), recalca que 289.000 mujeres fallecen todos los años durante el parto y que 58 millones de niños no van a la escuela.
Pese a esta tremenda realidad, Unicef constata que ha habido una mejora en los últimos 25 años: la mortalidad de niños menores de 5 años se redujo más de un 50%, pasando de 90 a 43 por cada 1.000 nacidos, la mortalidad materna se redujo un 45%, más de 2.500 millones de personas obtuvieron acceso al agua potable y la desnutrición crónica entre los niños menores de 5 años disminuyó un 41 %.
Pese a ello, Unicef exige que los niños más desfavorecidos sean una de las prioridades de Naciones Unidas, «más igualdad de oportunidades para la infancia de hoy significa menos desigualdad y más progreso para el mundo el día de mañana», en caso de que no se tomen medidas, dentro de 15 años, el número de muertes evitables entre menores de 5 años aumentará en 68 millones, además, si no se incrementa la protección de la infancia, en 2030, más de 119 millones de niños seguirán sufriendo de desnutrición crónica y 500 millones de personas carecerán de elementos sanitarios, con graves riesgos para la salud infantil.
