La Organización de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) ha denunciado este martes los «cientos de niños muertos o heridos en los al menos 68 ataques a escuelas» registrados en 2014 en Siria y ha advertido de que «el conflicto que sigue adelante y el cierre reciente de algunas escuelas en Raqqa y Deir-ez-Zour y en zonas rurales de Aleppo puede haber interrumpido la educación de 670.000 niños en edades de enseñanza primaria y primeros cursos de secundaria».
«Las escuelas deberían ser respectadas como zonas de paz y refugios seguros para los niños, en los que pueden aprender sin temor a la muerte o a ser herido», ha señalado el representate de la ONU para Siria, al tiempo que ha añadido que UNICEF ha hecho «reiterados llamamientos a todas las partes para que reafirmen su responsabilidad de proteger del conflicto a los niños, las escuelas y otras infraestructuras civiles».
